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Si la fotografía abrió nuevas posibilidades de reflexión artísticas en torno al espacio y el tiempo, la mirada, el espejo etc., la red (Internet) se ha eregido como el lugar “total” de la imagen, adoptando y transformandose en todas sus infinitas posibilidades, desde un espacio para el documento hasta el lugar del simulacro digital que se constituye y se disuelve constantemente. Un lugar no lugar que mira y se mira. Un cuerpo que se va haciendo y deshaciendo frenéticamente. Maurice Merlau-Ponty en torno al cuepo decía:” El enigma reside en que mi cuerpo es a la vez vidente y visible. Él, que mira todas las cosas, también se puede mirar, y reconocer entonces en lo que ve el “otro lado” de su potencia vidente. El que se ve viendo, se toca tocando, es visible y sensible para sí mismo.”1
Entre la fotografía y la red surgió una máquina que, careciendo de una mirada retiniana, era capaz de registrar todo aquello que se le acercaba a su artefacto exploratorio, lo desmaterializaba, viajaba y volvía a materializarse para ser mostrado, observado o mirado. Muchos lo definimos como: “La deconstrucción de la presencia”. Me estoy refiriendo al Fax. “Introduce otro concepto de tiempo, en el que la imagen fluctúa, se destruye, se objetiva y se autorreproduce al igual que el mundo en el que se genera, inaugurando así un infinito proceso de posibilidades, cuya exploración es el objeto de esa serie de máquinas virtuales que configuran la mirada del hombre contemporáneo.”2
Fax m telefax: sistema de transmisión y reproducción en facsímil de material gráfico por medio de señales transmitidas por línea telefónica.3
Faxeo m Acción de faxear. C. Barral Ya 28.2.90, 55: se “faxea” de todo: recetas de cocina, dibujitos de los niños, proyectos de decoración de la nueva casa, la lista de la compra…, y hay ya, claro, “faxeo” erótico.4
El Fax, como la mayoría de las tecnologías, sufrió un aturdimiento tecnológico: “La mejor y más útil tecnología del mundo no puede imponerse por sí misma a un público que no está preparado. Y la razón es que no habría sitio para ella en nuestra psicología colectiva. Por lo menos, no inmediatamente.”5
El primer facsímil de grabación electroquímica fue desarrollado por el escocés Alexander Bain en 1842. sin embargo, las dificultades técnicas que surgían para transportar la señal (hay que recordar que todavía no se había inventado el teléfono) y otros problemas de normativa internacional y falta de visión de futuro, relegaron este invento al olvido.
En 1922 tiene lugar la primera transmisión facsímil a distancia entre Roma y Bar Harbor (Maine, USA), con un aparato que ya cuenta con un método de exploración fotoeléctrica experimentado por Arthur Korn. A partir de entonces comienza a utilizarse el Fax a nivel muy especializado, sobre todo en la transmisión de mapas metereológicos, fichas policiales y fotografías de prensa. En 1948 la compañía norteamericana Western Union construye un facsímil para usos comerciales, pero es a partir de los años sesenta, con la telecopiadora Magnavox, cuando se desarrollan los equipos que hoy conocemos. Hay que añadir que la lentitud de la expansión antes de estos años fue debida a la imposibilidad de establecer comunicación entre las distintas terminales, ya que resultan incompatibles por falta de sincronización y tampoco estaban preparados para asumir una nueva carga. Hubo que establecer una normativa que unificara los criterios técnicos de transmisión para que junto al interés de los japoneses, atribuido a la complejidad del idioma , ya que los carácteres ideográficos, más de 3000, y silábicos son difícilmente mecanizables, se pusieron a la cabeza en la investigación de esta tecnología presionando al mercado y haciendo caer drásticamente los precios.6
A partir del año 1984 las cifras de ventas se dispararon en todas partes y empezó a surgir alrededor del fax toda una moda de funciones, términos y frases en los medios de comunicación como: Un aparato del futuro que guarda el pasado, porque redescubre el placer romántico de escribir. Es la venganza sobre el teléfono.
Repasando las hemerotecas encontramos un texto del año 1989 sobre esta tecnología que nos esclarece la buena salud en que se encontarba en esos años: “ El fax a entrado en nuestras vidas sigilosamente, por la puerta de servicio, sin los hosannas y alharacas que han acompañado a otros productos informáticos tiempo atrás. Pero en el fondo se trata del hijo pródigo de las telecomunicaciones que regresa ahora con todos los honores, pues el invento del fax es anterior al teléfono e incluso al telégrafo. Hizo falta que llegaran estos tiempos de velocidad y prisas para que tomara carta de naturaleza social.”7
Los adeptos a está tecnología crearon a su alrededor todo un glosario terminológico comenzando por el de faxear. En este glosario de términos surgidos de la moda de la copia a distancia destacamos: fax-maníacos: grupo que gozaba transmitiendo a fax ajenos enviando mensajes graciosos, consignas políticas y dibujos soeces. La solución que se adoptaba en estos casos consistía en desconectar el aparato cuando no se esperaba la recepción de ningún documento. Pero muchas empresas necesitaban tener abiertas sus terminalesdía y noche para recibir mensajes. Otro término que se acuñó y que afectaba también a estos usuarios fue el de Fax-basura, compendio de toda clase de comunicados no deseados (publicidad directa, material de relaciones públicas, propaganda electoral y comercial etc.) que inundaban los fax inutilizándolo durante importantes periodos de tiempo, con el agravante de que el papel corría a cargo del receptor. En Estados Unidos se decidió suprimir los números de fax de las guías telefónicas con el fin de evitar a estos intrusos. Hubo sobornos por parte de los fax-maníacos para que los empleados de las compañías les proporcionasen los números de fax e incluso una empresa de California que vendía papel para telefax regalaba equipos walkman a aquellos particulares que les proporcionasen una lista de cien números de fax.
En estos años los “expertos” pronosticaron una vida muy larga acompañada de grandes revoluciones sociales, políticas, económicas, culturales, etc. alrededor de este aparato tan mágico. Una vez más creyeron visibilizar el horizonte pero en realidad no llegaron a alcanzar a ver que, apenas una década más tarde, una nueva forma de comunicación / transmisión / generador iba a matar a la estrella del Fax: Internet.
Pero los diez años que van desde principios de los ochenta a principios de los noventa, realmente el Fax brilló con luz propia y, sobre todo, fue el impulsor de unos cambios totalmente nuevos y radicales de la comunicación y de la mirada.
Los estudiantes de Tiannamen en Pekín utilizaron el fax para comunicarse con el exterior, recabando y mandando textos a los medios de comunicación de todo el mundo para que se supiese lo que estaba sucediendo, haciéndose visible el principio mcluhaniano de “aldea global”.
Como apunta Vicente Carretón: “En Oriente, los líderes estudianyes del movimiento democrático chino, durante la revuelta de Tiannamen en Pekín (1989), y los palestinos durante la Intifada, al usar las máquinas fax para recabar información de sus aliados y partidarios en Occidente, no hacían sino tomar el testigo de otros movimientos de liberación acaecidos en el siglo XX, al “volver los componentes libertarios y descentralizadores de las tecnologías de los nuevos medios de comunicación, contra el control centralizado de la información por parte del estado”.8
Como no podía ser de otra manera hubo otro grupo que encontró en esta nueva máquina una forma de ver cumplidos sus sueños espacio-temporales y de inmediatez: los artistas, etiquetando sus actuaciones con el fax como Fax- art.
Las obras concebidas para esta nueva máquina de visión, que era capaz en su proceso de desmaterializar algo físico para volver a meterializarlo instantáneamente en la otra parte del mundo, sugirió el trabajo de muchos artistas y parte de las bases de la mirada no retiniana de la que la tecnología digital y la red, que, en estos momentos, se esta convirtiendo en una de las características fundamentales de la imaginería que surge del bit.
“Descubrí un túnel tan angosto que tuve que asomar un ojo para intentar ver algo. Estaba muy oscuro en su interior y sin embargo sus paredes eran tan invisibles por fuera, de tal manera que no podía saber a donde conducía. En los días claros pude ver imágenes extrañamente cercanas, y voces que oía bien. Una vez metí la mano en esta ranura y cuando no habían pasado los nudillos sentí en la yema de los dedos un calor que sólo se puede sentir en el otro extremo del planeta. Entonces ví claro que la oscuridad me había engañado. Porque el otro punto me rea tan cercano que no se podía medir por centímetros, ni aún por milímetros. En un principio parecían casuales aquellas imágenes fugaces y esas palabras que, de vez en cuando percibía; pero poco a poco, fuí cayendo en la cuenta que respondía a mis llamadas.”9
Este texto fue el primero que escribí en 1985 al ver una publicidad sobre el Fax, lo que me llevo a descubrir las posibilidades tanto expresivas como conceptuales de esta nueva tecnología. En el catálogo Variaciones en Gris se firmó bajo el pseudónimo P.N.U. (N.Y.T. 1985). Sería el que me impulsaría a descubrir las posibilidades tanto expresivas como conceptuales de esta nueva tecnología.
El primer concepto que conjugué fue el de Original / Copia, muy de moda , por otro lado, en los años ochenta abanderado por todos los escritos posmodernos, y siempre acompañado por el omnipresente texto de Walter Benjamín “La obra de arte en la época de su reproductibilidad técnica”.
Hasta que punto los artistas entendieron el proceso y lo utilizaron no como una manera de reproducir sus dibujos sino como un generador en sí mismo y por tanto no existe el original, que es el que introducimos en la máquina de emisión, y la copia, que es el que aparece en la máquina de recepción. Por el contrario el primero es justo la fase anterior a la finalización completa de la obra que será en el justo instante que termine de materializarse la impresión en la máquina de recepción. Este hecho confundió tanto a artistas, como teóricos y críticos al no llegar a acertar lo que realmente sucedía.
Es por ello que muchos artistas de vanguardia como el californiano Peter Max, utilizaron el fax como tecnología de reproducción de su obra que, según sus palabras, podía mandar a todos los rincones del planeta. Sonia L. Sheridan en 1978 realiza la exhibición «Energized Artsciencie» en el Museo de Ciencia e Industria de Chicago, con obras realizadas con Telecopiadoras (Fax) y obras realizadas con la máquina 3M Color in Color. Esta exposición quiso demostrar como el artista es capaz e integrar las experiencias artísticas y científicas. «Hemos estado centrados en aspecto del proceso creativo pero son fundamentales la misma cosa. Así, Arte y Ciencia merecen ser tratados con la misma integridad, el mismo respeto, la misma disciplina, el mismo todo».10 En la Bienal Internacional de Electrografía y Copy-Art de Valencia (1988), se instalaría una Estación Fax a donde se recibirian y se emitirian obras por parte de artistas como Klaus Urbons, Franz John, George Mühlech, Hainke Wolfgane, Jürgen Kierspel, Jürgen O. Olbrich, Bernardo Krasniansky, Sarah Jackson, Emilio Roselló, Rubén Tortosa, Alcalacanales, Tony Calvet, Amal Abdenour, Niall Monro, Piermario Ciani, Clare Foster, Ruth Breil, William Larson, entre otros. David Hockney transmitió en 1989 su obra “Tennis” desde su estudio de Los Ángeles a la Galería 1853 de Bradford (Inglaterra),. En un video que recoge este trabajo y el asombro de los asistentes a la transmisión / inauguración, Hockney resalta: “Terminas un dibujo y ya lo tienes impreso. Es casi tan espontáneo como pintar, lo cual me entusiasmó bastante.”. dos años más tarde participaría en la Bienal de Sao Paulo (1991) mandando, de nuevo, su obra a través del Fax.
Los artistas presentaban generalmente la obra colocada en paneles pasando el aparto fax y la comunicación a un segundo plano.
En1990 la directora de la Fundación Arte y Tecnología de Telefónica, Laya Ishi Kawa, me invita a participar coordinando y creando una obra Fax para un nuevo proyecto que se estaba gestando para dicha Fundacion, y que se presentaría en los actos a celebrar con motivo de Madrid Capital Cultural de Europa 1992.
La única exigencia por parte de la Fundación Telefónica era tomar como punto de referencia su colección del pintor cubista Juan Gris, basada en 11 cuadros. Teniendo en cuenta su concepto estético de representación del mundo y la nueva mirada espacio–temporal, Francisco Jarauta escribiría en el texto para esta exposición:” En 1925 y como respuesta a la pregunta que sobre el cubismo le había cursado el Bulletin de la Vie Artistique Juan Gris anota: “Hoy, evidentemente, me doy cuenta de que, en sus comienzos, el cubismo no era otra cosa que un nuevo modo de representación del mundo”; añadiendo que “ al no ser el cubismo un procedimiento si no una estética, e incluso un estado de ánimo, debe tener forzosamente una correlación con todas las manifestaciones del pensamiento contemporáneo”. ¿A qué nueva forma de representación del mundo refiérese Gris? No a otra sino a aquella nueva concepción que suponía la inversión del programa del arte a partir de la suspensión de la idea de mímesis. Es a esta rigurosa exigencia que se enfrenta Gris, convirtiendo la pintura en una especie de máquina de proyectar modernos estados de conciencia, con toda la complicidad, disociación y claridad de una nueva sensibilidad.” 11 Este texto es suficientemente esclarecedor para entender que el fax y su proceso no debía de ser una tecnología para mandar copias a distancia.
Al igual que hiciese Gris con el Cubismo, la instalación “La activación de la superficie plana” (1992) 12, invierte el programa para producir en todo su proceso un nuevo estado de la mirada, del artista y del espectador conjugándose conceptos tan complejos como el de traspaso de autoria al espectador que será quien mediante el enigma de la transmisión se apropie de la obra.
Será la primera vez que el fax forme parte integrante de la obra suspendiéndose del vacío, a dos metros y medio del suelo, quedando por encima de nosotros para constatar la jerarquía de la máquina y el proceso.
Fax: circularidad. Emisor y receptor. Se invitó a 11 artistas de diferentes puntos del plantea: Paulo Brusky, Recife (Brasil), Rafael Calduch, Valencia (España), Eugenio Cano, Madrid (España) David Hockney, Los Ángeles (USA), Les Levine , Nueva York (USA), Hirotaka Maruyama, Tokio (Japón), Bruno Munari, Milán (Italia), Antoni Muntadas-Joan Rabascall, París (Francia), Jürgen O. Olbrich, Kassel (Alemania), Jesús Pastor, Salamanca (España), Sonia L. Sheridan, Chicago (USA).
Fax: espacio / tiempo. Ciudades separadas a miles de kilómetros de distancia. Inauguración 11 de Mayo de 1992 a las 20’00 hs. (Madrid). Cuando vi en la pantalla de cristal líquido del fax que estaba recibiendo la obra desde Japón indicaba : Data 12..05.1992. el circulo se cerró y pensé esto es el pasado instante en un lugar no lugar que mira y se mira, que es vidente y visible
En el año 2000 el museo reina Sofía invita al artista David Hammons para que realice una instalación Fax en el Palacio de Cristal del Retiro. Se suspenden los aparatos fax para que “Desde las alturas se reciban los mensajes del cielo”13, enviados por cualquiera desde cualquier ciudad del mundo. Los fax vuelven a “vomitar” mensajes, gráficos, dibujos etc. cayendo desde la altura para depositarse en el suelo.
En este año en el que internet ya había invadido todo el espectro de la comunicación, de la visión, de la inmediatez etc, el fax volvió a surgir ya no como un hecho de modernidad sino como un proceso maduro que se había desprendido del lastre que acompaña a toda nueva tecnología y que se etiqueta de “moderna”, y sobre todo lejos del aturdimeinto tecnológico de los años que se erigió como la visualización de una nueva manera de ver más allá de la mirada retiniana.
1 Citado por Gloria Picazo en : “Estrategias de la representación. El sujeto, el objeto”. La certeza vulnerable. Cuerpo y fotografía en el s.XXI. David Pérez ed. . Gustavo Gili. Barcelona 2004. Pág 254
2 JARAUTA, Francisco. Juan Gris: La Deconstrucción de la Presencia. Catálogo de la exposición Variaciones en Gris. Fundación Arte y Tecnología de Telefónica. Sala de exposiciones Centro Cultural de la Villa. Madrid Mayo, Junio 1992.
3 SECO, Manuel, ANDRES, Olimpia, RAMOS, Gabino. Diccionario del español actual. Ed. Aguilar. Madrid 1999
4 Ibídem
5 Véase al respecto el texto de KERCKHOVE, Derrick: Aturdimiento Tecnológico, en La Piel de la Cultura: Investigando la nueva realidad tecnológica. Ed. Gedisa. Barcelona 1999. Pág.29
6 Ibídem
7 Locos por el Fax. Revista Muy Interesante., nº 96. Mayo 1989. Pág. 26
8 CARRETÓN, Vicente. Fax me up, fax me down. Tecnologías en tránsito. En HYPERLINK «http://www.aleph-arts.org/pens/carreton.htm» http://www.aleph-arts.org/pens/carreton.htm. Visitado en 28.05.98
9 Pierre N. U. N.Y.T. 1966 en el catálogo de la exposición Variaciones en Gris. Fundación Arte y Tecnología de Telefónica. Centro Cultural de la Villa. Madrid 1992. Pág. 78 10SHERIDAN, Sonya L. «Energized Artsciencie». Museo de la Ciencia e Industria de Chicago. 1978. pág. 14
11 JARAUTA, Francisco. Juan Gris: La deconstrucción de la presencia, en el catálogo Variaciones en Gris. Fundación de Arte y Tecnología de Telefónica. Centro Cultural de la Villa de Madrid. 1992
12 “La Activación de la superficie plana”. Instalación Fax de Rubén Tortosa. Variaciones en Gris. Fundación de Arte y Tecnología de Telefónica. Centro Cultural de la Villa de Madrid. 1992
13 El País, viernes 2 de junio de 2000
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